La película ambientada en la Sudáfrica de 1968, sigue la relación que mantuvieron carcelero y víctima durante 25 años. Nelson estaba sentenciado de por vida en la cárcel de Robben Island donde se encarcelaban a los líderes de las organizaciones negras existentes en el momento. Los ideales de James cambian a medida que la confianza aumenta en la relación. En una sociedad en la que los negros eran repudiados y no tenían ningún derecho. Mandela influirá tanto en los pensamientos de James, que llegará incluso a defender la liberación de Sudáfrica. Acabará apoyando a un colectivo al que jamás hubiera pensado ayudar.